Un día un discípulo le preguntó a Hejasi: —Maestro, ¿qué es lo más curioso de los seres humanos? —Que piensan siempre al contrario —respondió Hejasi—. Tienen prisa por crecer, y después suspiran por la infancia perdida. Pierden la salud para tener dinero, y luego pierden el dinero para obtener salud. Piensan tan ansiosamente en el futuro que descuidan el presente, y así, no viven ni el presente ni el futuro. Viven como si no fueran a morir nunca y mueren como si no hubiesen vivido.