La historia de Vivian Maier (Nueva York, 1926 - Chicago, 2009) parece sacada de una novela. Esta mujer, una refugiada judía nacida en Francia el 1 de febrero de 1926, emigró a los Estados Unidos en la década de los cincuenta. Llevaba una vida sencilla y discreta, se ganaba la vida como niñera, pero su verdadera pasión era la fotografía. Maier guardaba con recelo más de 120.000 negativos y 2.000 carretes sin revelar que jamás enseñó a nadie . Estos fueron subastados por el impago de un trastero junto a muebles viejos y otros objetos. John Maloof, un joven contable aficionado a la fotografía, decidió comprar estos negativos y cuando comenzó a positivarlos se encontró con un verdadero tesoro. Maier había ido retratando Nueva York y Chicago durante más de 40 años . La fotógrafa salía a la calle con su cámara Rolleiflex y captaba la realidad con una cuidada composición y cercanía. Sus fotos en blanco y negro, de gran elegancia, dibujan una cotidianeidad que se convierte en ar