La historia de Aimée es realmente un misterio. De ella solo nos queda un pequeño retrato de cuando tenía 14 años, momentos antes de su desaparición, siendo uno de esos personajes anónimos con el que no podemos evitar sorprendernos. Aimée era una simple hija de colonos en las Antillas francesas, sin embargo el destino quiso que terminara sus días en el harén de Estambul, siendo la madre del futuro sultán del Imperio turco. ¿Cómo sucedió este cambio tan drástico?. Empecemos desde el principio. Aimée nace en 1771, en la Martinica francesa, siendo hija de la élite local ; su infancia fue tranquila, y su formación excelente para la época, tanto que incluso viajó a Francia para completarla, al cuidado de sus familiares. Curiosamente su prima era Marie-Josephe Rose Tacher de la Pagerie, futura emperatriz Josefina, compartiendo juntas muchas horas de amistad. El caso es que a su vuelta de Francia, rumbo a Martinica, su barco naufraga y se da por desaparecidos a todos sus ocupantes, terminando