Aproximadamente, la cuarta parte de las intoxicaciones alimentarias que se producen en nuestro país tiene su origen en una inadecuada refrigeración, ya que los microorganismos patógenos se reproducen con gran rapidez se encuentran a una temperatura templada. - Cuando compres productos refrigerados, fíjate en la temperatura del expositor, pues a veces está por encima de lo recomendado: no debería superar los 7 u 8 °C para la mayoría de los alimentos y de 2 a 4 °C para los productos muy sensibles, como las carnes picadas o los pasteles de nata o crema. - En el supermercado, deja los alimentos refrigerados para el final, cuando hayas cogido el resto de productos. Mételos en una bolsa isotérmica: así podrás conservarlos sin que se rompa “la cadena del frío”. - Una vez en casa guarda los alimentos frescos en el frigorífico, idealmente a 3 ºC . Ojo, según nuestros estudios muchas neveras se mantienen a temperaturas demasiado elevadas (como 10 ºC ). - - Una forma fácil de medir la temper