Hijo de un extranjero y de una esclava, Temístocles fue uno de los principales valedores de Milcíades tras ser elegido arconte en el año 493 a.C. Los intereses democráticos eran defendidos por Temístocles, quien, tras la victoria ateniense en la batalla de Maratón, receló del éxito de Milcíades y se convirtió en uno de sus principales rivales, llegando a manifestar que "la victoria de Milcíades me quita el sueño". Tras la condena a Milcíades y el exilio de los miembros del partido alcmeónida -Megacles y Alcibiades- Temístocles se hizo con la dirección política ateniense. Uno de sus máximos objetivos será la construcción de una potente flota gracias al descubrimiento de un nuevo filón de plata en las minas de Laurión. Atenas se convertía así en una potencia mercantil y marítima con estrechas relaciones con la Magna Grecia, Egipto o Sicilia, lo que provocó la contundente respuesta de los campesinos liderados por Arístides. La respuesta de los persas no se hizo esperar