Conseguir un bronceado bonito y seguro no sólo depende de las cremas protectoras que nos apliquemos sobre la piel. La alimentación debe convertirse en nuestro aliado frente al sol, y una dieta adecuada puede, de hecho, aumentar los efectos de los productos cosméticos. Los rayos solares generan radicales libres que oxidan la piel y la envejecen. Por esto, los alimentos ricos en antioxidantes deben primar todo el año en la alimentación diaria, y fundamentalmente durante los meses de calor. Nos referimos más que nada a las frutas y verduras, y, más en concreto, a los productos ricos en betacarotenos, sustancias precursoras de la vitamina A cuya efecto antioxidantes neutraliza los radicales libres causados por la exposición al sol. listos betacarotenos se encuentran principalmente en zanahorias, tomates, duraznos, damascos, calabazas, mangos y verduras de hoja verde (como la lechuga y la riicula). Otros alimentos no sólo protegen sino que, además, pueden ayudarnos a reparar los daños produ