Hace veinte años, perdimos a una mujer que puso en juego su reputación y su vida en su objetivo de conseguir comprender y defender a los animales. Mucha gente cree que la doctora Dian Fossey era más una investigadora que una defensora de los animales, pero en realidad fue una saboteadora de la caza a la que no le daba miedo emplear la acción directa para salvar animales.
En 1963, durante un viaje de seis semanas a África, DIAN Fossey conoció al experto en orangutanes Dr. Biruté Galdikas y a Louis Leakey, un famoso paleo antropólogo que también fue un mentor para la Dra Jane Goodall. En 1966, Fossey se trasladó a África para comenzar a estudiar los gorilas de montaña.
Comenzó su proyecto en el Zaire, pero la situación política le forzó a marcharse.
En 1967, fundó el Centro de Investigación Karisoke en el Parc des Volcans en Ruanda. Este precioso parque natural, que estaba bajo constante amenaza de caza furtiva, se convirtió en el centro del resto de su vida. Para hacer un estudio serio de los gorilas lo primero que tuvo que hacer Fossey fue ganarse su confianza.
Invirtió miles de horas observando intensamente a estos animales completamente salvajes. De pronto, sus esfuerzos fueron recompensados cuando un macho adulto tocó su mano. Esta caricia que atravesó la barrera de la especie constituyó el primer contacto de amistad entre un humano y un gorila que se haya documentado. Durante el comienzo de su investigación, Fossey conoció a un joven gorila de montaña que llamó Digit. Vio como crecía y fueron amigos durante diez años –hasta el día en que Digit fue asesinado por los furtivos.
Los furtivos matan a los gorilas de montaña para vender sus partes del cuerpo. Las cabezas de estos inteligentes e impresionantes animales son empleadas para decorar paredes, y sus manos y pies se suelen usar como ceniceros.
Enfurecida por la muerte de Digit y por la falta de eficacia de los guardas del parque para proteger a los gorilas de los furtivos, Fossey decidió pasar a la acción. Comenzó la Fundación Digit (Después llamada Fundación de Gorilas Diana Fossey). Y también creó su propia patrulla anti-furtivos.
La patrulla de Fossey destruyó miles de trampas y cepos, y confiscaron cientos
de lanzas, machetes y otras armas. Este trabajo fue recogido por National Geographic y esto le supuso un reconocimiento internacional como experta en gorilas. Fossey regresó a EE.UU. en 1974 para obtener su doctorado en la Universidad de Cambridge y aceptó ser profesora de la Universidad de Cornell.
Durante este periodo, escribió su libro de enorme éxito Gorilas en la Niebla, que fue la base de una película que se filmó más adelante con el mismo nombre. Dicha película fue un importante logro para concienciar a la gente de la causa de los gorilas de montaña.
Pero la determinación que Fossey tenía de proteger a los gorilas le condujo de vuelta a Ruanda, donde reforzó sus esfuerzos contra los furtivos. Ese trabajo hizo que tuviese algunos enemigos sin escrúpulos. El 26 de Diciembre de 1985 un sujeto desconocido entró a la cabaña de Fossey y la mató, aparentemente con un machete mientras ella intentaba alcanzar su pistola para defenderse. Las autoridades locales afirmaron que los furtivos eran los responsables pero su muerte ha permanecido siendo un misterio durante 15 años.
De todos modos, recientemente las autoridades de Ruanda han acusado a un hombre llamado “Señor Z” de ser el responsable del asesinato de Fossey. Señor Z también tiene cargos por ser uno de los responsables de dirigir el genocidio que aconteció en 1994 en Ruanda, en el que casi un millón de personas de la minoría de la tribu Tutsi fueron degollados por los soldados gubernamentales, las milicias y las bandas de ciudadanos de la tribu mayoritaria Hutu. La mayoría de las victimas fueron asesinadas a machetazos.
Lo que es realmente escandalízate sobre la muerte de Fossey es que aparentemente hay gente que cree que tuvo su merecido. ¿La razón? Era demasiado polémica, demasiado decidida en proteger a los gorilas y con la menor intención de aceptar excusas ni pactos. Muchos creyeron que sus tácticas para detener a los furtivos eran demasiado extremas. También ha llegado a ser acusada de ser antipática con otros investigadores y con la gente a la que contrataba, y algunas personas pensaban que estaba loca.
Fuese como fuese deberíamos respetar a una mujer tan increíble, que se marchó sola a estudiar a los gorilas de montaña y no se quedó sentada mientras veían como los asesinaban.
Hoy en día, los gorilas de montaña de Ruanda siguen merodeando por el lugar. De hecho hay unos cien gorilas más de los que había cuando Fossey comenzó su lucha por salvarlos. Mientras Fossey continúa siendo una figura controvertida, la mayoría de la gente está de acuerdo en algo; sin su incansable lucha por salvar a estos animales, los gorilas en la niebla sólo serían un recuerdo.
Historia de Diane Fossey en MP3
En 1963, durante un viaje de seis semanas a África, DIAN Fossey conoció al experto en orangutanes Dr. Biruté Galdikas y a Louis Leakey, un famoso paleo antropólogo que también fue un mentor para la Dra Jane Goodall. En 1966, Fossey se trasladó a África para comenzar a estudiar los gorilas de montaña.
Comenzó su proyecto en el Zaire, pero la situación política le forzó a marcharse.
En 1967, fundó el Centro de Investigación Karisoke en el Parc des Volcans en Ruanda. Este precioso parque natural, que estaba bajo constante amenaza de caza furtiva, se convirtió en el centro del resto de su vida. Para hacer un estudio serio de los gorilas lo primero que tuvo que hacer Fossey fue ganarse su confianza.
Invirtió miles de horas observando intensamente a estos animales completamente salvajes. De pronto, sus esfuerzos fueron recompensados cuando un macho adulto tocó su mano. Esta caricia que atravesó la barrera de la especie constituyó el primer contacto de amistad entre un humano y un gorila que se haya documentado. Durante el comienzo de su investigación, Fossey conoció a un joven gorila de montaña que llamó Digit. Vio como crecía y fueron amigos durante diez años –hasta el día en que Digit fue asesinado por los furtivos.
Los furtivos matan a los gorilas de montaña para vender sus partes del cuerpo. Las cabezas de estos inteligentes e impresionantes animales son empleadas para decorar paredes, y sus manos y pies se suelen usar como ceniceros.
Enfurecida por la muerte de Digit y por la falta de eficacia de los guardas del parque para proteger a los gorilas de los furtivos, Fossey decidió pasar a la acción. Comenzó la Fundación Digit (Después llamada Fundación de Gorilas Diana Fossey). Y también creó su propia patrulla anti-furtivos.
La patrulla de Fossey destruyó miles de trampas y cepos, y confiscaron cientos
de lanzas, machetes y otras armas. Este trabajo fue recogido por National Geographic y esto le supuso un reconocimiento internacional como experta en gorilas. Fossey regresó a EE.UU. en 1974 para obtener su doctorado en la Universidad de Cambridge y aceptó ser profesora de la Universidad de Cornell.
Durante este periodo, escribió su libro de enorme éxito Gorilas en la Niebla, que fue la base de una película que se filmó más adelante con el mismo nombre. Dicha película fue un importante logro para concienciar a la gente de la causa de los gorilas de montaña.
Pero la determinación que Fossey tenía de proteger a los gorilas le condujo de vuelta a Ruanda, donde reforzó sus esfuerzos contra los furtivos. Ese trabajo hizo que tuviese algunos enemigos sin escrúpulos. El 26 de Diciembre de 1985 un sujeto desconocido entró a la cabaña de Fossey y la mató, aparentemente con un machete mientras ella intentaba alcanzar su pistola para defenderse. Las autoridades locales afirmaron que los furtivos eran los responsables pero su muerte ha permanecido siendo un misterio durante 15 años.
De todos modos, recientemente las autoridades de Ruanda han acusado a un hombre llamado “Señor Z” de ser el responsable del asesinato de Fossey. Señor Z también tiene cargos por ser uno de los responsables de dirigir el genocidio que aconteció en 1994 en Ruanda, en el que casi un millón de personas de la minoría de la tribu Tutsi fueron degollados por los soldados gubernamentales, las milicias y las bandas de ciudadanos de la tribu mayoritaria Hutu. La mayoría de las victimas fueron asesinadas a machetazos.
Lo que es realmente escandalízate sobre la muerte de Fossey es que aparentemente hay gente que cree que tuvo su merecido. ¿La razón? Era demasiado polémica, demasiado decidida en proteger a los gorilas y con la menor intención de aceptar excusas ni pactos. Muchos creyeron que sus tácticas para detener a los furtivos eran demasiado extremas. También ha llegado a ser acusada de ser antipática con otros investigadores y con la gente a la que contrataba, y algunas personas pensaban que estaba loca.
Fuese como fuese deberíamos respetar a una mujer tan increíble, que se marchó sola a estudiar a los gorilas de montaña y no se quedó sentada mientras veían como los asesinaban.
Hoy en día, los gorilas de montaña de Ruanda siguen merodeando por el lugar. De hecho hay unos cien gorilas más de los que había cuando Fossey comenzó su lucha por salvarlos. Mientras Fossey continúa siendo una figura controvertida, la mayoría de la gente está de acuerdo en algo; sin su incansable lucha por salvar a estos animales, los gorilas en la niebla sólo serían un recuerdo.
Historia de Diane Fossey en MP3
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