En un informe algo "rocambolesco" se ha descubierto que los mejores inversores en los mercados financieros son los que responden más rápido a las situaciones inesperadas, los que “aman” asumir riesgos, los que son más sensibles a la hormona testosterona, que son quienes recibieron más testosterona mientras se encontraban en el útero, que ahora se encuentran marcados de por vida con un dedo índice más corto que el dedo anular. O a la inversa, los inversores que más dinero han perdido en la bolsa en estos tiempos de aguas revueltas tienen el dedo anular más corto que el dedo índice.
Mira tu mano, ¿cómo los tienes tú?
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