"No me daré por vencido hasta París". Así de contundente se mostró Alberto Contador en la meta de Loudenvielle Le Louron después de lanzar cuatro ataques consecutivos contra Rasmussen, entonces líder del Tour.
Con sólo 24 años, este madrileño cumplió su palabra y se proclamo campeón del Tour de Francia...pero cuando su vida estuvo en peligro hace tres años, sus pensamientos eran bien distintos.
Porque la historia de Alberto Contador ha pasado de la tragedia al éxito en muy poco tiempo. En 2004, durante la primera etapa de la Vuelta a Asturias, sufrió una fuerte caída por la que tuvo que estar ingresado varios días. Ya en su casa, Contador volvió a sentirse mal y los malos presagios se hicieron realidad. El ciclista, por entonces en el Liberty Seguros, tenía un cavernoma cerebral y debía pasar por el quirófano en una operación a vida o muerte.
El madrileño volvió a nacer en 2005, cuando se subió de nuevo a una bicicleta para disputar una prueba en Australia. Curiosidades del destino, Contador se impuso en la etapa reina y recuperó la fuerza con la que había asombrado a muchos años atrás.
Alberto es un amante de los animales y tiene una especial predilección por los pájaros,siempre quiso ser veterinario, pero su talento sobre una bicicleta pesó más, aunque no sería hasta los 14 años cuando se subió a una bici, la vieja Orbea de su hermano. Pese a que todos en su pandilla tenían mejores bicicletas, Contador les dejaba siempre atrás en las cuestas.
En los Pirineos trató de hacer lo mismo con Rasmussen. Y aunque no pudo soltar al danés, los avatares del ciclismo moderno, golpeado una y otra vez por los escándalos y el dopaje, le dieron el líderato cuando él ya estaba mentalizado para defender frente al australiano Cadel Evans el segundo puesto. La retirada forzosa de Rasmussen le colocó, por tanto, a sólo 55 kilómetros de París. Tras una emocionante contrarreloj sobre esa distancia, el madrileño aguantó y pudo cumplir su sueño, ganar la carrera más importante del ciclismo.
(Fuente: Adn)
Personalmente tengo la suerte de ser vecino suyo...y que menos que un homeanaje a quien mejor pasea el nombre de Pinto por todo el mundo.
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