El DNI electrónico, que cuenta ya con unos 12 millones de usuarios en España, da estos días un nuevo paso en su llegada a la población. El Estado regalará 300.000 lectores para el DNIe en los próximos días.
Lo hará a través de la empresa Tractis, quien ya ha habilitado un sitio especial con más información. El envío de los pedidos empezará el 1 de octubre, aunque no serán del todo gratuitos: será necesario pagar 2 euros por los portes, ya que al contrario de lo ocurrido con las bombillas de bajo consumo del Ministerio de Industria, el lector para el DNI electrónico que regalará el Gobierno lo recibiremos en nuestras casas, y no tendremos que ir a recogerlo a una oficina de Correos.
El DNI electrónico, más comúnmente conocido como DNIe, empezó a hacerse realidad en 2005, aunque tuvimos que esperar a octubre de 2008 para ver su implantación por toda España. Se estima que para el año 2012 todos los españoles tengamos uno en el bolsillo.
A pesar de que una de sus virtudes es la posibilidad de certificar y firmar a través de Internet, en nuestras casas, tanto el Gobierno como los propios ciudadanos tendrán que poner mucho de su parte para evolucionar en el uso de un documento que está teniendo completo éxito por toda Europa, implementándose en diferente grado según el país.
(Fuente: Xataka)
Lo hará a través de la empresa Tractis, quien ya ha habilitado un sitio especial con más información. El envío de los pedidos empezará el 1 de octubre, aunque no serán del todo gratuitos: será necesario pagar 2 euros por los portes, ya que al contrario de lo ocurrido con las bombillas de bajo consumo del Ministerio de Industria, el lector para el DNI electrónico que regalará el Gobierno lo recibiremos en nuestras casas, y no tendremos que ir a recogerlo a una oficina de Correos.
El DNI electrónico, más comúnmente conocido como DNIe, empezó a hacerse realidad en 2005, aunque tuvimos que esperar a octubre de 2008 para ver su implantación por toda España. Se estima que para el año 2012 todos los españoles tengamos uno en el bolsillo.
A pesar de que una de sus virtudes es la posibilidad de certificar y firmar a través de Internet, en nuestras casas, tanto el Gobierno como los propios ciudadanos tendrán que poner mucho de su parte para evolucionar en el uso de un documento que está teniendo completo éxito por toda Europa, implementándose en diferente grado según el país.
(Fuente: Xataka)
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