Jugador del Barsa durante los años 74 al 79 (225 partidos). Johan Neeskens supo ganarse como ninguno el cariño de la afición del Barcelona, que siempre le agradeció el sacrificio, salpicado con gotas de notable calidad, del que hizo gala durante su estancia en el club. Las muestras de apoyo que recibió el holandés después de ganar la Recopa en 1979, cuando salió al balcón de la Generalitat, fueron de tal magnitud que esta actitud del público se entendió como un voto de censura al presidente, Josep Lluís Núñez, quien amenazó con dimitir ante los gritos de "Neeskens sí, Núñez no".
La gimnasia y el béisbol fueron los primeros deportes que practicó y su carrera como futbolista la empezó en el equipo de su ciudad natal, del que pasó en 1970 al Ajax. Con los de Amsterdam alcanzó la gloria nacional e internacional y junto a hombres como Cruyff, Rep, Krol, Haan, Suurbier o G. Mühren dominó Europa al comienzo de los años 70. Su excelente rendimiento y la amistad que mantenía con Cruyff le llevaron en 1974 al Barcelona, donde no tardó en convertirse en un futbolista básico. Con el conjunto azulgrana vivió uno de los momentos más impresionantes en la historia de la entidad, la final de la Recopa de 1979, ganada en Basilea al Fortuna Düsseldorf alemán. En 1980 decidió probar fortuna en Estados Unidos y fichó por el Cosmos neoyorquino, donde dio muestras de su categoría y profesionalidad hasta 1985, cuando regresó a su país para cerrar su carrera en el Groningen.
Si a nivel de club Neeskens ganó todos los títulos que un futbolista puede desear, con su selección también vivió momentos inolvidables, aunque no se pudieron ver culminados con el triunfo en un Mundial, sueño que rozó en dos ocasiones. Alemania y Argentina se cruzaron en el camino de la mejor Holanda de la historia en los campeonatos celebrados en 1974 y 1978.
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