Nació en Génova el año 1451. Las noticias sobre la juventud de Colón son muy escasas y de dudoso crédito ya que proceden en su mayoría de la "Historia del almirante", escrita por su hijo Hernando, en la que se mezclan hechos verídicos con fantásticos. Era hijo de Domenico Colombo y Susana Fontanarossa.
En 1470 su familia se trasladó a Savona y su carrera de navegante empezó con sus continuos viajes para comprar lana, queso y vino. Aficionado a la cartografía, empleó el tiempo que le dejó libre la navegación en dibujar y levantar cartas geográficas que vendía para el sostenimiento de su familia.
Al parecer fue un autodidacta que navegaba ya con menos de 20 años. En 1476, después de naufragar cerca de la costa portuguesa, se dirigió con su hermano Bartolomé a Irlanda, Islandia, Madeira y Génova.
En 1479 contrajo matrimonio con Felipa Muniz de Perestrello. Influido por Marco Polo, Colón pensaba que podía alcanzar Catay y Cipango (China y Japón) por vía marítima en dirección a occidente. Ofreció su proyecto a Juan II de Portugal, pero al final no llegaron a un acuerdo.
Entonces se dirigió a La Rábida y posteriormente intentó convencer a los Reyes Católicos para que financiaran la empresa del descubrimiento; no consiguiéndolo, se volvió a Portugal, aunque antes de marchar a Lisboa se entrevistó con los Reyes Católicos (junio 1488), que le otorgaron una ayuda de 3.000 maravedises.
Estuvo en Portugal donde recogió información sobre los progresos marítimos lusitanos, pero, al parecer, no mantuvo conversaciones con el monarca portugués. Vuelto a Castilla, la reina Isabel le llamó a la corte (1489) y le dio "esperanza cierta", pero Colón decidió marchar a Francia debido a la lentitud de la monarquía de tomar una decisión. Pasó por La Rábida (1491), donde Fray Juan Pérez se propuso evitar su partida y apremiar a los reyes.
Después de una série de negociaciones que estuvieron a punto de fracasar por las exigencias de Colón, los Reyes Católicos aceptaron la propuesta de Cristóbal (Santa Fé, 17 de abril de 1492). Le concedieron los títulos de Almirante, Virrey y Gobernador de las nuevas tierras que descubriera. Zarpó de Palos el 3 de agosto de 1492 con las naves la Niña, al mando de Martín Alonso Pinzón; la Pinta, dirigida por Vicente Yáñez Pinzón; y la Santa María, capitaneada por él mismo.
El viaje no fue difícil, aunque hubo varios motines entre la tripulación, y el 12 de octubre de 1492, el vigía Rodrigo Sánchez de Triana, divisó tierra.
La expedición atracó en la isla de Guanahaní (actual Watling en las Bahamas), que Colón bautizó como San Salvador. Posteriormente descubrió Juana, hoy Cuba a la que Colón confundió en un principio como las tierras del Gran Ján; y La Española, actuales República Dominicana y Haití.
El día de Navidad encalló la nave Santa María con cuyos restos construyó la villa de Navidad, primer asentamiento de los españoles en el Nuevo Mundo. Aquí dejó 39 hombres al mando de Pedro de Arana, alguacil de la Armada y con el resto de la tripulación volvió a Europa.
A su llegada a España en 1493, por orden de los reyes se trasladó a Barcelona, donde lo recibieron en plena corte y exhibió las raras riquezas del territorio descubierto.
Lo nombraron Almirante del Mar Océano, Virrey de las Indias, gobernador de las tierras descubiertas y la décima parte de las mercancías que se obtuviesen. Afirmó haber llegado a China y descubierto varias islas de la costa oriental de Asia, pues no sabía en ese momento que había descubierto un nuevo continente.
En 1493 emprendió su segundo viaje, se inició de Cádiz el 25 de septiembre de 1493 Tocó en la Guadalupe, descubrió Puerto Rico y en La Española encontró destruido el fuerte de Navidad y aniquilada su guarnición. Fundó una nueva villa Isabela (6-I-1494), a diez leguas de Monte Cristi, en Santo Domingo.
Antes de volver a España exploró la costa meridional de Cuba y descubrió Jamaica. Entre tanto llegaron de España Bartolomé Colón, Antonio de Torres y Amérigo Vespucci.
A fines de 1494 o principios de 1495 Colón descubrió la isla de los Caníbales (Trinidad), la costa de Guayana, la costa de Paria y la isla de las Perlas.
Este viaje fue omitido a los reyes y en él participó Vespucci, cuyo relato dio origen a la creencia de que él fue el primero en descubrir la tierra continental americana. Tras esta exploración, Colón se dedicó a asegurar el dominio de La Española. Inició el regreso a España en marzo de 1496 y arribó a Cádiz el 11 de junio.
Después de ver confirmados y aun ampliados sus privilegios, Colón emprendió su tercer viaje el 30 de mayo de 1498, hizo escala en las Madera y Gomera y desde Hierro siguió hacia las islas de Cabo Verde.
Su intención era navegar con rumbo SO., pero las calmas y el calor le obligaron a desviarse hacia el norte. Alcanzó Trinidad, recorrió el golfo de Paria y se dirigió a La Española. Allí encontró a la población española dividida por la sublevación de Francisco Roldán.
Los motivos de descontento eran básicamente la ausencia de las riquezas esperadas en aquella zona. Colón tuvo que pactar con los rebeldes y prometerles cuantiosos beneficios en el comercio de esclavos.
Enterados los reyes de la situación en La Española, decidieron enviar al comendador Bobadilla en el 1500 para hacerse cargo de la gobernación y administrar justicia. Bobadilla mandó apresar a Colón y a sus hermanos y los envió a España, donde los reyes ordenaron que fueran puestos en libertad y les recibieron en Granada.
El Almirante partió para su cuarto viaje el 11 de mayo de 1502; esta vez le acompañaban su hermano Bartolomé y su hijo Hernando. El nuevo gobernador de La Española, Nicolás Ovando, les prohibió la entrada en Santo Domingo. Cruzó el Caribe, arribo a la isla Guanaja, en la costa de Honduras, y siguió el litoral hacía el sur hasta las costas panameñas, donde intentó fundar una localidad, Belén, que hubo de abandonar por las hostilidades con los indígenas. Perdió las naves una tras otra y apenas pudo llegar a Jamaica, donde permaneció aislado más de un año y de la que salió el 28 de junio de 1504 para ser recibido por Ovando en Santo Domingo.
Enfermo de Gota, regresó a España, donde llegó el 7 de noviembre de 1504. Desde entonces Colón inició la reivindicación de sus privilegios, puesto que si bien disfrutaba de los beneficios económicos que se le habían prometido en Santa Fé, en cambio no gozaba de las prerrogativas de almirante y gobernador de las nuevas tierras. El pleito con la corona quedó en suspenso al producirse la muerte del Almirante el 21 de mayo de 1506 en Valladolid.
PASAJE DE LA HISTORIA: COLON vs NICOLAS DE OVANDO
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