Disociar los hechos de las emociones es una fórmula infalible para poder analizar una situación correctamente y decidir que actitud adoptar, es decir que esta sea una consecuencia lógica y no el fruto de emociones irracionales.
Un dato curioso derivado de evaluaciones a 300 ejecutivos de grandes compañías, denotaba preocupación porque los empleados pensaban que se tomaban las cosas de forma demasiado personal. Y ¿cuales serían sus pensamientos al respecto?
- La gente no se atreve a compartir cosas conmigo
- La gente me pierde el respeto
- Tomo decisiones en base a mis emociones y no de cara a mis intereses en el negocio, trabajo, ocio, etc.
- Limito la capacidad de otros para aceptar nuevas ideas
No tomarse las cosas como continuas ofensas es algo aparentemente dificil, pero, si consideramos adoptar esa actitud, sentiremos un cambio en nosotros mismos...
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