El sueño
Es importante cuidarlo de manera especial. Mientras dure el embarazo, se debe intentar dormir tanto como sea posible. A medida que el abdomen se vaya dilatando, te será más difícil encontrar una posición que te permita dormir con comodidad. Debes intentar descansar tumbada sobre el lado izquierdo todo lo que le sea posible. Dormir sobre este lado desplaza el útero de manera que éste no comprime los grandes vasos (la arteria aorta y la vena cava). Esto optimiza el flujo sanguíneo hacia la placenta y, por lo tanto, al bebé. También ayuda a prevenir la hinchazón de las piernas de la madre.
Viajar
Es algo que una embarazada normal puede realizar sin problemas. Ahora bien, se deben evitar los largos viajes en avión cuando se esté aproximando la fecha del término del embarazo. En cualquier caso, se debe consultar con el ginecólogo respecto a este tipo de viajes, sobre todo si se van a visitar países exóticos o tropicales. En los viajes en coche, siempre debe usarse el cinturón de seguridad, colocando una banda debajo de la barriga y otra entre los senos. Es recomendable hacer múltiples paradas para descansar y estirar las piernas.
Tabaco, alcohol y drogas
Deben evitarse durante el embarazo. Fumar cigarrillos aumenta el riesgo de aborto, nacimientos prematuros, bajo peso al nacer y muchos otros problemas, mientras que beber alcohol durante el embarazo es una de las grandes causas de defectos y deformidades al nacer. Por último, consumir drogas (cocaína, heroína, cannabis, etc.). durante el embarazo puede entrañar gravísimos problemas para el bebé.
Gatos
No debes entrar en contacto con gatos o limpiar sus excrementos. Existe un riesgo de contraer toxoplasmosis, una enfermedad que causa defectos en el bebé.
Fármacos
Éstos pueden producir efectos adversos durante todo el embarazo. Todos los fármacos pueden producir efectos tóxicos en algún grado, de modo que es necesario tomar precauciones y consultar con un médico ante la duda de tomar o no un medicamento. Tampoco es recomendable evitar a toda costa la toma de medicamentos, ya que en una situación de enfermedad, pueden ser más perjudiciales para el feto los problemas originados por la patología en cuestión, que por el fármaco utilizado para curarla. Entre los fármacos de bajo riesgo se incluyen: las penicilinas, cefalosporinas, el ácido nalidíxico, la medicación antifúngica tópica vaginal, los antiácidos, el hierro, el paracetamol, los medicamentos para el asma, la metildopa, la clonidina, la metoclopramida, la insulina, la heparina y los antidepresivos tricíclicos.
Finalmente hay que señalar que ante cualquier duda o problema surgido durante el embarazo, debes consultar cuanto antes con tu ginecólogo o con tu médico de cabecera. Es fundamental hacer siempre caso a las recomendaciones de los facultativos y estar pendientes al máximo de nuestro estado de salud, desde el momento mismo en te anuncien tu embarazo.
(Fuente: doctor Eduardo Junco)
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