Cuando una persona es abandonada por la pareja a la que ama, en su cerebro se pone en marcha una actividad neuronal similar a la que producen las adicciones. Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por investigadores estadounidenses con 15 personas enamoradas de sus parejas, que habían roto con ellas. Los científicos analizaron los cerebros de los despechados mientras éstos miraban fotos de sus ex, descubriendo así que el desamor activaba las regiones cerebrales relacionadas con el anhelo y las adicciones. Según los científicos, este descubrimiento sugiere que el romanticismo es una "adicción natural", tanto si nos hace felices como si nos hace infelices.
Cuando una persona es abandonada por la pareja a la que ama, en su cerebro se pone en marcha una actividad neuronal similar a la que producen las adicciones. Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por investigadores estadounidenses con 15 personas enamoradas de sus parejas, que habían roto con ellas. Los científicos analizaron los cerebros de los despechados mientras éstos miraban fotos de sus ex, descubriendo así que el desamor activaba las regiones cerebrales relacionadas con el anhelo y las adicciones. Según los científicos, este descubrimiento sugiere que el romanticismo es una "adicción natural", tanto si nos hace felices como si nos hace infelices.
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