Los cambios de estación afectan a nuestro ritmo interior y puede alterarlo tanto como para impedirnos descansar. Pero con estos trucos no contarás ovejas.
• Para cenar, pasta al dente
La dieta puede ser tu aliada contra el insomnio, sobre todo si te echas una mano utulizando unos ricos hidratos de carbono. Pero no te servirán de nada cocinados de cualquier forma. Por ejemplo, la pasta, de noche, debes consumirla al dente, ya que cocida en exceso no nos sirve para nuestro objetivo: que ayude al organismo a segregar seratonina y melatonina, dos mediadores muy activos de nuestro sueño.
• Un masaje con aceite de cítricos
Los aceites esenciales de naranja, limón o mandarina son ricos en compuestos nitrogenados, que tienen efectos sedantes. Utiliza dos gotas diluidas en un cucharada de aceite vegetal y anímate a darte un masaje en el plexo solar, en la nuca o/y en la planta de los pies.
• Contra el mal de amores, come ostras
Para la medicina china estos moluscos son el tónico perfecto para el dolor de corazón. Esta deliciosa cura consiste en comer cuatro ostras diarias durante dos semanas. Si tus problemas sentimentales no te dejan dormir puedes confiar en las ostras: su omega 3 es antidepresivo y su vitamina B mejora el humor.
• Huevos de codorniz que calman la ansiedad
Volviendo a la inspiración oriental, en China se considera que los huevos de codorniz, con su sabor dulce, son un alimento capaz de combatir la ansiedad y el insomnio. El lado negativo es que recomiendan comerlos crudos. Pero la ciencia ya ha demostrado que sus virtudes se conservan si los pasas por agua o los echas al consomé.
• Raíces con poder somnífero
Utilízalas en tintura. La valeriana, si la tomas por la noche, facilita el sueño nocturno y tiene un efecto relajante. La angélica, por su parte, debes consumirla durante el día y si tu problema nocturno son las molestias digestivas. La dosis de ambos remedios es la misma: 10 gotas de tintura diluidas en un vaso de agua, durante 15 días.
• Mantén los ciclos de sueño
Los días son cada vez más cortos y las noches, afortunadamente, más largas, lo que suele favorecer el sueño. Sin embargo, tu organismo necesita tener unos ritmos estables para no alterar los ciclos de sueño y vigilia. Así que, mantén la habitación a oscuras cuando vayas a dormir y, por la mañana, ¡abre bien las ventanas!
• Temperatura adecuada
Ni mucho frío ni mucho calor. Lo ideal es que la habitación esté, como máximo, a 19º C. Así no te despertarás buscando más ropa para abrigarte ni tendrás que abrir las ventanas para que se refresque el ambiente.
• Unas gotas de aceite de lavanda
El aceite esencial de esta planta es tranqulizante. Antes de dormir, pulveriza un par de gotas sobre la almohada; mezcla otrs dos con una cucharada de aceite de masaje y aplícatelo sobre el plexo solar; y vierte otras dos gotitas en un difusor de ambientador, al menos 10 minutos antes de acostarte. Será mano de santo. No lo hagas si eres hipotensa.
• Litchis que tonifican el corazón
Con el frío llega la temporada de estos frutos, aunque es más fácil conseguirlos en conserva. Ricos en potasio y magnesio, tonifican el corazón, calman el ánimo y te ayudan a luchar contra los problemas del sueño. Aunque los que llegan a nuestros mercados suelen proceder de Madagascar, esta fruta es originaria de China.
• Tisana de goji no excitante
Desde hace poco, estas bayas secas del Himalaya ya no se encuentran sólo en herboristerías, establecimientos bio o tiendas chinas, sino que son habituales en muchas fruterías. Puedes utilizarlas para hacer una tisana tonificante pero no excitante, infusionando cinco gramos de bayas en 300 ml de agua hirviendo.
(Fuente: mujerhoy)
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