Para ello hemos existen cinco trucos esenciales con los que, si bien el bronceado no durará hasta el verano que viene, sí podremos mantenerlo por más tiempo:
1. Exfoliación de la piel:
Lo primero que tenemos que hacer nada más llegar es eliminar las células muertas que durante el verano se han acumulado en la piel, con el fin de renovarla y buscar un bronceado más uniforme. Así eliminaremos las posibles manchas en el cutis y, auque puede atenuarse un poco el color de la piel, el tono uniforme lucirá mucho más bonito.
2. Hidratación diaria:
Después de exfoliar la piel, tendremos que asegurarnos de hidratar la piel a diario, procurando hacerlo varias veces a lo largo del día. Lo ideal sería aplicar una crema muy hidratante por la mañana y una reparadora por la noche con el fin de nutrir la piel y devolverle la elasticidad y firmeza que necesita.
3. Beber agua:
Para hidratar la piel desde el interior será necesario beber mucha agua varias veces al día. Recomendable sería beber hasta 2 litros de agua distribuidos durante todo el día con el fin de hidratar la piel no sólo ’desde fuera’.
4. Cuidar la alimentación:
Seguro que habéis leído en varias ocasiones que hay alimentos que estimulan la pigmentación de la piel. Pues bien, es cierto. Por ello, la ingesta de frutas como las moras, la sandía o el melón, así como verduras y hortalizas como el tomate o las zanahorias -que contienen betacaroteno- ayudan a prolongar nuestro tono moreno de la piel.
5. Recurrir a los autobronceadores:
La última opción para mantener e incluso intensificar nuestro bronceado sería recurrir a los autobronceadores. Menos dañinos que los rayos UVA no sólo aportan color, sino que, además, hidratan la piel, evitan su sequedad y prolongan ese color que tan bien nos sienta. Si decides recurrir a este tipo de productos, es esencial que exfolies tu piel antes para lograr un tono completamente uniforme.
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