Era un arma incendiaria utilizada por el Imperio Bizantino creada desde el siglo VI. Su mayor uso y difusión sería tras las primeras cruzadas, ya que era sumamente eficaz, pues podía continuar ardiendo aún después de haber caído al agua.
Este invento representaba una ventaja tecnológica y fue responsable de importantes victorias militares bizantinas. A pesar de que muchas armas son similares a esta, la tecnología se perdió al paso del tiempo.
Comentarios