Estamos acostumbrados a relacionar este día con las bromas o ”inocentadas”, pero en realidad el origen del día de los Santos Inocentes es muy distinto, ya que es el día en el que se conmemora la matanza de todos los niños menores de 2 años nacidos en Belén, ordenada por Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Mesías.
Según cuenta el evangelio de San Mateo, los Reyes Magos se dirigieron a Belén para adorar al Mesías. El rey Herodes, al conocer la noticia, pensó que el recién nacido podía arrebatarle el trono y pidió a los Reyes que le informaran sobre dónde se encontraba. Al ver que no le comunicaban el lugar exacto del nacimiento de Jesús, Herodes, enfurecido, ordenó que mataran a todos los niños menores de dos años que había en la ciudad de Belén y alrededores.
Durante la Edad Media se introdujo en esta celebración los ritos paganos que formaban parte de la “Fiesta de los locos”, y que se celebraba entre Navidad y Año Nuevo. De esta forma, se inició una nueva tradición que combinaba lo pagano y lo religioso y que ha llegado hasta nuestros días. La principal finalidad de la misma era gastar todo tipo de bromas: desde pegar un monigote de papel en la espalda hasta bromas más sofisticadas y elaboradas.
En la actualidad, es muy común gastar bromas en España, Latinoamérica y diversos países del Mediterráneo el 28 de diciembre, y se mantiene la costumbre de pegar el monigote de papel en la espalda. Sin embargo, en los países anglosajones celebran una festividad similar el 1 de abril, conocida como “Fool’s day” (el Día de los Locos) y que es una adaptación de la “Fiesta de los locos” medieval.
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