En Toledo se puede visitar una de las mezquitas más antiguas que quedan en España. En sus orígenes se conoció como Mezquita de Bab al-Mardum, pero en la actualidad se la conoce como Mezquita del Cristo de la Luz. Construida nada más ni nada menos que en el año 999, esta reliquia edilicia se encuentra al entrar en Toledo a través de la antigua ruta de acceso, viniendo desde la Puerta de la Bisagra, y atravesando la puerta de la antigua muralla.
En épocas musulmanas existieron diez mezquitas de las que la de Bab al-Mardum es la mejor conservada de las que quedan en pie. Se utilizó como un pequeño oratorio donde quienes entraban o salían de Toledo paraban ya que su ubicación ligada a una puerta de acceso a la ciudad permitía su fácil acceso.
Su construcción fue encargada por Ibn Hadidi quien se estima fue miembro de una familia de gran prestigio en el periodo de la Taifa toledana, aunque no existen muchas certezas al respecto. Se estima que la zona donde se emplazó fue durante la dominación árabe el lugar predilecto de los más importantes personajes musulmanes de la época, lo cual refuerza la hipótesis de la riqueza de quien encargó la mezquita.
Con más de mil años desde su construcción, la Mezquita es el monumento más antiguo de Toledo y, paradójicamente, uno de los menos conocidos por los miles de visitantes que llegan a diario a la ciudad. Construida en la época del Califato de Córdoba, la parte de la cabecera o ábside fue añadido en el siglo XII cuando la mezquita pasó a manos de la orden de San Juan por orden de Alfonso VI. La parte añadida es considerada la más antigua muestra de arte mudéjar de la que se tenga registro.
El 30 de junio de 1182 fue consagrada como templo cristiano tras la Reconquista de la ciudad y tomando el nombre de “Cristo de la Cruz“. La tradición cuenta que el caballo de Alfonso VI se arrodilló en una piedra bajo la cual se encontró una imagen con un farol encendido antes de la conquista musulmana de 711.
Conocer la mezquita es algo altamente recomendable: se trata de uno de los edificios en pie más antiguos de Europa, una de las joyas del arte islámico en la península y una caja de continuas sorpresas ya que mientras se la está restaurando siguen aflorando detalles de su historia. Quien visite Toledo, no debe dejar de visitarla en el barrio de San Nicolás, en Cuesta Carmelitas Descalzas 10 y se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 14 horas y 15.30 a 17.45
(Fuente: anotacionesviajeras)
En épocas musulmanas existieron diez mezquitas de las que la de Bab al-Mardum es la mejor conservada de las que quedan en pie. Se utilizó como un pequeño oratorio donde quienes entraban o salían de Toledo paraban ya que su ubicación ligada a una puerta de acceso a la ciudad permitía su fácil acceso.
Su construcción fue encargada por Ibn Hadidi quien se estima fue miembro de una familia de gran prestigio en el periodo de la Taifa toledana, aunque no existen muchas certezas al respecto. Se estima que la zona donde se emplazó fue durante la dominación árabe el lugar predilecto de los más importantes personajes musulmanes de la época, lo cual refuerza la hipótesis de la riqueza de quien encargó la mezquita.
Con más de mil años desde su construcción, la Mezquita es el monumento más antiguo de Toledo y, paradójicamente, uno de los menos conocidos por los miles de visitantes que llegan a diario a la ciudad. Construida en la época del Califato de Córdoba, la parte de la cabecera o ábside fue añadido en el siglo XII cuando la mezquita pasó a manos de la orden de San Juan por orden de Alfonso VI. La parte añadida es considerada la más antigua muestra de arte mudéjar de la que se tenga registro.
El 30 de junio de 1182 fue consagrada como templo cristiano tras la Reconquista de la ciudad y tomando el nombre de “Cristo de la Cruz“. La tradición cuenta que el caballo de Alfonso VI se arrodilló en una piedra bajo la cual se encontró una imagen con un farol encendido antes de la conquista musulmana de 711.
Conocer la mezquita es algo altamente recomendable: se trata de uno de los edificios en pie más antiguos de Europa, una de las joyas del arte islámico en la península y una caja de continuas sorpresas ya que mientras se la está restaurando siguen aflorando detalles de su historia. Quien visite Toledo, no debe dejar de visitarla en el barrio de San Nicolás, en Cuesta Carmelitas Descalzas 10 y se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 14 horas y 15.30 a 17.45
(Fuente: anotacionesviajeras)
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