La ciudad de Guimarães posee características inigualables que la distinguen de otras ciudades portuguesas y que le confiere un lugar importante en la Historia de Portugal, de tal forma que es considerada la Cuna de la Nacionalidad:
- de acuerdo con lo que la tradición nos cuenta, fue en Guimarães donde nació y fue bautizado aquel que, en 1179, sería coronado como primer Rey de Portugal;
- Guimarães asumió un papel de gran importancia en el tiempo del Condado Portucalense, porque era su villa más importante;
- Guimarães habrá sido escenario de la batalla de S. Mamede, cuya victoria de D. Afonso Henriques fue decisiva para el nacimiento de la Nación Portuguesa al garantizar la independencia del Condado Portucalense en relación al Reino de León.
El origen de Guimarães se remonta a una villa, entonces llamada Vimaranes, de la que se piensa que proviene el nombre de origen germánico “Vimara” o “Guimara”, el cual debía de ser uno de los dueños de esta tierra. Con el paso de los siglos, la palabra fue evolucionando hasta “Guimarães” por vía del latín. Sin embargo, aún hoy en día a los habitantes de Guimarães se les llama "Vimaranenses".
En el siglo X, la Condesa Mumadona Dias, tía del Rey Ramiro II de León y viuda del Conde Hermenegildo Gonçalves, mandó construir en su tierra de Vimaranes, el convento de frailes y monjas que se transformó en un polo de atracción y de concentración de la población. Para su defensa, Mumadona ordena la construcción del Castillo entre los años de 959 y 968.
La entonces “villa Vimaranes” se desarrolla alrededor de estos dos polos dinamizadores: el Convento y el Castillo.
En el siglo XI, el rey Alfonso VI de León y Castilla entrega el gobierno de la Provincia Portucalense al Conde D. Henrique, el cual viene a vivir a esta tierra. Éste, a su vez, se casa con D. Teresa (Hija ilegítima de D. Afonso IV). De esta unión nace, en 1111, aquel que sería el primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques.
En 1114, el Conde D. Henrique muere, habiendo pocos años antes, otorgado foral a la “villa Vimaranes” y concediendo privilegios especiales a sus habitantes.
En1128, el día 24 de junio, se llevó a cabo la Batalla de S. Mamede. Varios historiadores afirman que El Campo de S. Mamede, junto al Castillo de Guimarães, pudo haber sido uno de sus escenarios. En dicha batalla, de la que fue vencedor D. Afonso Henriques y que ha supuesto uno de los pilares de la nación portuguesa, se enfrentaron el ejército del mismo y el de su madre, D. Teresa y del Conde de Trava de Galiza; los primeros defendían la independencia del condado en relación al reino de León.
En 1179, D. Afonso Henriques fue nombrado Rey de Portugal por el Papa Alexandre III.
En el siglo XII, el Convento, fundado por la Condesa Mumadona Dias, será transformado en Colegiata, y a lo largo del tiempo verá su prestigio e importancia valorizados debido a las donaciones y privilegios que le van siendo concedidos por reyes y nobles.
Con el paso de los siglos, Guimarães será escenario del desarrollo de algunas industrias como cuchillería, hilado, tejido de lino y curtido de pieles y orfebrería.
En el plano religioso, la devoción a la Virgen Santa Maria de Oliveira hace que se convierta en un importante centro de peregrinación.
Alrededor de sus dos polos dinamizadores - del Convento y del Castillo – fue construida una muralla defensiva que los conecta, y es así como se forma entonces la Calle de de Santa Maria. Poco y poco, estos dos aglomerados urbanos se unirán en uno solo y la organización y fisonomía de la villa intramuros poco cambiará pasado el siglo XV.
La instalación de las órdenes religiosas de los Dominicanos y Franciscanos, fuera de los muros del burgo, contribuirá para la urbanización exterior y consecuente crecimiento de la ciudad.
En el año 1853, la Reina D. Maria II eleva la villa a la categoría de ciudad, siendo a partir de aquí fomentado y autorizado el derrumbamiento de las murallas.
Hoy en día, es aún posible observar vestigios de esas murallas.
Comentarios