¡Qué hombre!¡No habla en un año lo que yo en un día!
Tras la victoria en Mühlberg (1547) propusieron a Carlos V sacar a Lutero de su tumba y esparcir sus restos. Carlos V, que hablaba pocas veces según el fraile alemán pero que en este caso dijo unas sensatas palabras, sentenció de este modo:
Dejadle reposar; ya ha encontrado su juez. Yo hago la guerra a los vivos, no a los muertos.
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