En Kairuán, a 160 kilómetros al sur de la capital, encontramos una de las mezquitas más hermosas de todo el mundo árabe: la Gran Mezquita de Kairuán. Su arquitectura, su historia y su importancia cultural para los musulmanes han hecho que toda la ciudad de Kairuán sea declarada Patrimonio de la Humanidad.
Historia de la Gran Mezquita de Kairuán
Esta mezquita fue construida en el año 650 después de Cristo (670, según nuestro calendario gregoriano), justo cuando se fundó la ciudad de Kairuán. Hasta el siglo XII la ciudad fue la capital de Túnez pero, a día de hoy, continúa siendo una de las ciudades santas. Para los musulmanes, siete viajes a una ciudad santa equivalen a una peregrinación a La Meca.
Kairuán es una de las mezquitas más grandes de todo el norte de África, ya que ocupa unos nueve mil metros cuadrados. Además, por su antigüedad, ha sido tomada como modelo por muchas otras mezquitas en el mundo árabe. Dentro del conjunto encontramos una sala de oración, un minarete desde el que se llama a oración a los fieles y un patio. Construida con ladrillo y piedra, esta mezquita es sobria y robusta, aunque su decoración interior (la madera de los arcos, algo de mármol en los suelos) rompe ese estilo ascético. De hecho, la mezquita por fuera parece una fortaleza, mientras que por dentro resulta más acogedor y hermoso, con sus arcos, columnas, detalles en mármol y luz tenue.
Visitar esta mezquita no sólo es un placer por la belleza del edificio en sí. También nos ayuda a conocer mejor la fe musulmana y sus tradiciones.
Visitar Kairuán
La Gran Mezquita no es el único atractivo de esta ciudad. No olvidemos que la localidad es tan antigua como la propia mezquita, y está llena de historia. Impresiona la muralla que rodea la Medina de Kairuán y la otra mezquita de la ciudad, la Mezquita de las Tres Puertas, construida en el siglo IX. Además, en sus calles encontramos el pozo Baruta del que se dice que está unido con un pozo en La Meca a través de varios conductos subterráneos.
(Fuente: dondeviajar.es)
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