Pocos padres saben que los golpes en la cabeza en niños (especialmente en los menores de dos años, en los que es más frecuente) suelen ser menos graves que en los adultos por varios motivos:
- En primer lugar, la fuerza del golpe suele ir en relación al peso del cuerpo y a la altura desde la que cae, que es menor en niños que en adultos.
- En segundo lugar, y más importante, el cráneo de los niños menores de dos años no está aún totalmente cerrado. El problema más frecuente de los golpes en la cabeza, son los sangrados dentro de la misma. En un adulto el cráneo es como una olla a presión y cualquier mínimo sangrado puede aumentar la presión en su interior produciendo problemas graves. En niños pequeños (más aún si tiene la fontanela abierta), si hay un sangrado no aumenta la presión tanto como en un adulto, siendo menos frecuentes las complicaciones.
- En los niños que tienen la fontanela abierta (habitualmente los menores de un año), además de compensar un posible aumento de presión, actúa como chivato. Si tras un golpe en la cabeza aumenta la presión, antes de dar problemas serios suele notarse que se abomba la fontanela de forma llamativa. En esto hay que tener cuidado con un detalle: a muchos niños se les nota la fontanela abombada cuando están tumbados y deja de notársele cuando lo incorporamos (incluso en esta postura se nota hundida). Cuando hay un problema la fontanela se abomba incluso al estar incorporado.
Signos de alerta tras un golpe en la cabeza en niños o bebés
- Si el niño pierde el conocimiento tras el golpe.
- Si vomita inmediatamente tras el golpe, o lo hace de forma repetida.
- Si apreciamos alguna diferencia importante en su comportamiento (pierde el equilibrio, no mueve una extremidad, temblores repetitivos…)
- Hematoma muy llamativo o deformidad del cráneo.
- El dolor tras el golpe es cada vez más intenso.
Ante cualquiera de estas señales conviene que el niño sea valorado por un pediatra lo antes posible, aunque en la mayoría de los casos no suele pasar nada a pesar de que haya alguna de ellas.
Cuando no aparece ninguno de estos signos de alerta
- Si hay un hematoma (chichón): No se debe aplicar Thrombocid, o cremas similares. Están de moda ahora las barras de Arnica. Lo mejor es aplicar frío. Éste hace que los vasos que están sangrando se compriman y dejen de hacerlo.
- Si hay una herida: Aplicar presión con una gasa limpia y acudir a un servicio de urgencias con tiempo suficiente para que pueda ser curada y cerrada antes de 2 horas si es posible.
Signos de mala evolución después de que un niño se golpee en la cabeza
- El dolor se hace cada vez más intenso.
- Vomitos frecuentes.
- Alteraciones del equilibrio o la capacidad para moverse o hablar…
Ante cualquiera de ellos o dudas sobre su buen estado, acude la pediatra.
(Fuente: mipediatraonline.com)
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