Los espacios de trabajo móviles ya son una realidad y su virtualización, otra más. Esto ha dado lugar a una nueva tendencia, Workspace as a Service, que este año puede alcanzar su eclosión definitiva.
WaaS, o lo que es lo mismo, Workspace as a Service, es una tendencia que no viene más que a reflejar una realidad: la creciente importancia de la virtualización del puesto de escritorio. ¿Por qué? Porque las soluciones WaaS ofrece escalabilidad, seguridad, movilidad y eficiencia. ¿Motivos? Los beneficios que ofrecen los modelos de pago por uso. Pero…
En España, las empresas no saben cómo encarar esta tendencia. Y para ello es necesario diferenciar los dos tipos de entorno de trabajo que existen en la nube: los de la virtualización de escritorios y, por otro, los de la virtualización de aplicaciones bien internas, bien desarrolladas para dar servicio a sus clientes. Las diferencias son claras: la virtualización de escritorios enteros está concebida para empresas cuyos usuarios utilizan sus recursos de manera intensiva: puesto de trabajo, escritorio y aplicaciones. Los beneficios son claros: reducción de costes de hardware y software y la eficiencia de los recursos humanos de TI.
Mientras, la virtualización de aplicaciones es tan diverso como las necesidades que cubre, de tal manera que algunos clientes prefieren virtualizar sólo las aplicaciones más pesadas, las que se usan en departamentos ubicados en zonas geográficas diferentes, etc. ¿Cuál es la ventaja? En este caso, desde una única plataforma, se sirve el software a los usuarios que se quieren y en las condiciones que se decida.
¿En quién confiar este servicio? En aquel proveedor que sea capaz de aportar expertise, escalabilidad y el diseño de la mejor solución en función del caso concreto, amén de un soporte 24×7, el uso de tecnologías líderes, garantías a nivel de seguridad y SLA.
FUENTE: Revista Cloud Computing
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