El portillo de la Traición o portillo de la Lealtad debe su nombre a que según la tradición popular fue la puerta por donde entró en la ciudad Bellido Dolfos un noble leonés en el año 1.072, perseguido por el Cid, después de haber asesinado al Rey Sancho II de Castilla El Fuerte, durante el episódico del Cerco de Zamora, liberando con ello al pueblo zamorano del sitio al que estuvo sometido durante más de siete meses, debido a que los castellanos, ya sin rey, levantaron el cerco de la ciudad. Según cuenta el romancero zamorano.
En la actualidad los historiadores discrepan con esta versión de lo sucedido algunos afirman que sí, que está reflejado en las crónicas y que por tanto no admite discusión. Sin embargo, otros afirman que el rey fue abatido por un soldado anónimo que ni siquiera sabía que estaba cometiendo un regicidio.
Es una de las puertas de acceso del primer muro de la ciudad. No contiene relevancia arquitectónica o artística. Es alta y estrecha y contiene un arco de medio punto. Pero más que por su valor histórico o artístico este portillo es más conocido por su importancia en la literatura popular y folclore castellano.
El Portillo de la Traición cambia su nombre por el Portillo de la Lealtad el día 22 de Diciembre de 2010, momento en el que se formaliza institucionalmente un acto de redenominación por parte del ayuntamiento de Zamora. Con la colocación de una placa con la siguiente inscripción. “Por este lugar, según la tradición, entró Bellido Dolfos tras dar muerte al rey Sancho de Castilla y liberar del cerco a la ciudad de Zamora…con el reconocimiento eterno de los zamoranos”.
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