Una conexión a Internet puede ser muy rápida y sin embargo cabe la posibilidad de que nos dé problemas constantemente. Esto se debe a una razón muy sencilla, y es que además de trabajar a gran velocidad también es necesario que cumpla otros tres requisitos clave para que podamos considerarla como una buena conexión a Internet.
1.-La conexión a Internet debe ser estable
Una conexión a Internet que no sea estable nos dará problemas constantemente, y estos pueden llegar a ser tan graves que, en ciertos casos, harán que la experiencia de uso sea una auténtica pesadilla. Normalmente las conexiones por cable no suelen tener problemas de estabilidad, pero también es posible encontrar excepciones a la regla general. Si tu conexión no es estable notarás tirones, parones y puede que hasta caídas en juegos que te harán perder avances importantes.
Las conexiones inalámbricas son más propensas a este tipo de problemas, que se producen en la mayoría de los casos por interferencias, bajo alcance de la señal y también cuando se produce un uso intensivo de la red con varios dispositivos conectados al mismo tiempo. Reducir las fuentes de interferencias y la intensidad del uso de la red, así como recurrir a repetidores Wi-Fi u otras soluciones para ampliar el alcance pueden ayudarnos a solucionar este problema.
2.-Es imprescindible una baja latencia
La latencia determina el tiempo que pasa desde que realizamos una acción hasta que esta se refleja en nuestro equipo. Cuando hablamos de Internet, esta depende del tiempo que tardan en enviarse y recibirse los paquetes entre nuestro PC y el servidor de destino para completarse el acceso a una página web, reproducir un contenido multimedia o ejecutar acciones en un juego, por poner tres ejemplos sencillos.
Si la latencia es muy alta se producirán retrasos que harán que todo vaya muy lento, aunque tengamos una alta velocidad de conexión a Internet. Siguiendo con los ejemplos anteriores, una alta latencia hará que abrir una página web tarde varios segundos, y en juegos tendremos problemas de «lag» que implicarán que nuestras acciones tardarán varios segundos en reflejarse, y también las de otros jugadores. Podemos bajar la latencia conectándonos a los servidores más cercanos a nuestro país, y también cerrando aplicaciones y procesos en segundo plano que consuman ancho de banda.
3.-La velocidad de subida también es fundamental
Cuando se habla de la velocidad de conexión a Internet muchos dan por hecho que solo nos referimos a la velocidad de bajada, pero lo cierto es que la velocidad de subida también es importante para disfrutar de una buena conexión, y para tener una experiencia totalmente óptima. Esta determina la velocidad a la que se realiza el envío de datos de nuestro PC al servidor de destino.
La velocidad subida afecta, por ejemplo, al tiempo que tardaremos en subir cosas a la nube, y también a todo lo que implique pasar archivos a otras personas. Imagina que quieres enviar un vídeo por WhatsApp y estás conectado a tu Wi-Fi, en este caso el tiempo que tardará en enviarse dependerá de la velocidad de subida de tu conexión a Internet. Si la velocidad de subida es muy lenta puedes tener serios problemas de rendimiento.
Fuente: www.muycomputer.com
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