Los adultos deben comportarse y no hacer uso de: Chantaje emocional. No usar frases como: "Eres malo y no te quiero" o "cómo me puedes hacer sufrir tanto". Es mejor decir: "Te quiero mucho, pero me enfado cuando saltas encima del sofá". Amenazas. No recurramos a la amenaza para que el niño obedezca. Puede resultar eficaz en el momento, pero desarrollará miedos posteriores o acabará amenazándonos a nosotros y también a los demás. Negociación de las normas o justificación de nuestra actitud. No hay que darle opciones para elegir; hasta los cinco años el niño no es capaz de tomar decisiones sencillas entre dos o tres alternativas. Los niños pequeños no entienden de tratos y les confunde alto que traducen como un cambio continuo de la norma sin saber a qué atenerse. Como consecuencia, dejan de respetarla. Risas mientras damos una orden. Haga lo que haga el niño, no debemos eludir la seriedad que el momento necesita y no podemos permitir que i